Por Federico Aubets
La película del 2010 volvió a repetirse. Central Córdoba descendió a la C y volvió a caer en el pozo más profundo de su historia. La institución de barrio Tablada cometió severos errores a lo largo de la temporada que desencadenaron la pérdida de la categoría. Ahora deberá participar de una divisional que no es acorde a la historia futbolística del Charrúa. El delantero Alejandro Fiorina y Nicolás Canessa, ex integrante del plantel durante la temporada
pasada, analizaron el difícil momento que le toca vivir al Matador.
En Central Córdoba las cuatro patas de la mesa estuvieron averiadas: dirigentes sin una visión clara de futuro, entrenadores sin respaldo, jugadores que no estaban al día con los sueldos y la barra charrúa que apretó en la adversidad. Por estos motivos la continuidad del club rosarino en la B Metropolitana era una utopía.
Los protagonistas que vivieron en carne propia este amargo presente no pusieron excusas y fueron realistas para definir lo que sucedió. “Descendimos por muchísimos motivos, sin duda que las cosas se hicieron mal desde un principio pero la pudimos llevar lo más lejos posible”, expresó el Flaco Fiorina, que señaló que no ganaron cuando tenían que hacerlo.
La mala campaña del conjunto de zona sur habla por sí sola: obtuvo menos del 30 por ciento
de los puntos en disputa. El jugador surgido en las inferiores de Estudiantes de la Plata
aclaró que no se reprocha “absolutamente nada” y que solamente es discutible el partido
que perdieron contra Tristán Suarez. Al mismo tiempo indicó que sintieron que la situación
era irreversible cuando se suspendió el partido contra Los Andes en el Gabino Sosa a los
30 minutos del segundo tiempo.
Por su parte, Canessa relató como vivió desde afuera este nuevo descenso y se puso en la piel de sus antiguos compañeros: “Tengo amigos dentro de ese plantel y pienso que algo ha fallado. No sé
si la comisión directiva, pero hay algún responsable”. Y agregó: “La verdad que es una
pena porque es un club que se merecía estar en la B Metropolitana, y más habiendo
conseguido el ascenso pasado. Volver a la C no es lo más agradable”.
El ex lateral charrúa formó parte del plantel que consiguió el ascenso el año pasado, por eso reveló su malestar. “Hay que analizar en frío las circunstancias, el porqué y quiénes son los responsables. El trabajo realizado la temporada anterior había sido muy meritorio y haber regresado a la C un año después no es muy lindo”, afirmó.
La imposibilidad por parte del plantel de percibir sueldos en tiempo y forma es una
constante que se repite en Central Córdoba en los últimos años, lo que genera que muchos jugadores no quieran llegar a la institución. “Más que poner todo, se llevaron todo, empezando por nuestro logro y sacrificio, siguiendo por lo que más nos pertenece”, disparó Fiorina.
El caso más escandaloso ha sido el premio que no recibió el plantel por haber derrotado
a Rosario Central, en febrero, por la Copa Argentina. “Con lo que nos deben a nosotros,
al haber ganado ese partido le pagamos parte de la deuda que ellos tienen con AFA,
por eso el cheque nunca lo cobraron, porque la Asociación del Fútbol Argentino se lo
quedó como parte de pago por lo que le deben”, sentenció. Y añadió: “De esta manera les pagamos la deuda, le abonamos el doble para que se lo lleven”.
Por otro lado, la barra brava del club presionó en varias ocasiones al plantel a lo largo de la temporada y eso generó malestar en el entorno de los jugadores. Hasta el propio Fiorina reconoció que ya están acostumbrados a las intimidaciones por parte de los inadaptados. “Es un inconveniente que no se haya podido erradicar a este gente, que no es hincha del club y le hace daño”, aseguró Canessa. Además, el también ex jugador de Tiro Federal afirmó que “es lamentable que en el fútbol argentino haya que convivir con gente ignorante que utiliza la violencia”.
A su vez el odontólogo manifestó que “es repudiable que hayan amedrentado a estos jugadores que han dejado la vida y todo lo que tienen”. Asimismo sostuvo que la gente que verdaderamente quiere al club lo sufre como los integrantes del equipo, que querían quedarse en la categoría.
Más allá de los lamentos, el futuro inmediato del Charrúa será pensar en la próxima temporada que lo tendrá como protagonista de la Primera C, y quiénes serán los actores que defiendan la camiseta del matador. El delantero aún no definió cuál será su destino: “El club es hermoso pero la gente que está adentro me saca todas las ganas”.
Por su parte, el lateral derecho reveló que es complicado su regreso por Tablada: “Estoy ejerciendo mi profesión en Sport (club de la liga cañadense), donde me abrieron las puertas, y estoy muy bien”.
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