Fuente: diariouno.com.ar |
(Por Oraldo Llanos) El árbitro internacional Sergio Pezzotta es uno de los más reconocidos del arbitraje argentino. Dirigió en la Copa América de Venezuela en 2007 y estuvo preseleccionado para intervenir en la Copa del Mundo de Sudáfrica, pero quedó afuera por lesión. Además tuvo la chance de impartir justicia en tres clásicos entre Boca Juniors y River Plate y una final de Copa Libertadores. El hombre de negro, con toda su experiencia y con 45 años, es palabra autorizada en lo que respecta al arbitraje. En la siguiente nota habló sobre las nuevas tecnologías que se están implementando en el fútbol, el rol de los medios y las nuevas camadas de árbitros.
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¿Hubo algún motivo en especial por el que decidiste ser árbitro?
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Fue un poco de casualidad, por la curiosidad de saber qué sentía
una persona a la que le tocaba dirigir un partido importante.
Específicamente fue en la final de la Copa del Mundo de Italia ’90,
en el que el árbitro cobró un penal sobre la hora en contra de
Argentina, y ahí se me cruzó por la cabeza saber qué sentía esa
persona.
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Elegiste una profesión difícil y bastante criticada…
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Acá en el país se juega como se vive, evidentemente como sociedad
nos falta crecer un montón y el fútbol no es la excepción. Los que
estamos del lado de adentro lo vemos como que es parte de cómo se
vive en el país, entonces se sospecha de todo, se duda de todo y se
generan conflictos en donde no los hay. Por eso me parece que esto
tiene que ver mucho en cómo somos como sociedad. En otras partes del
mundo, en sociedades mucho más avanzadas que la nuestra, las cosas
para una profesión como ésta son un poco más sencillas.
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¿Perjudicó al arbitraje el hecho de que actualmente haya tantas
cámaras en las transmisiones de los partidos?
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Siempre dicen que lo pasado fue mejor, pero yo estoy en
disconformidad con éso. Los árbitros que dirigían hace 40 años no
estaban tan expuestos como lo estamos hoy. El fútbol es otro, la
velocidad de juego es otra, o sea el fútbol ha crecido un montón y
el arbitraje también. Hoy es mucho más difícil de dirigir que hace
40 o 50 años atrás porque no se corría tanto, los partidos no se
televisaban, las sanciones no eran discutidas porque no había
repetición. En su momento, la personalidad del árbitro era lo que
le daba credibilidad.
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¿Cuál es tu opinión acerca de los ex árbitros que analizan el
desempeño arbitral de la fecha por televisión?
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Yo no lo haría. Tampoco soy quién para juzgar cómo han decidido
continuar su vida después del arbitraje. Pero no es algo que esté
en mi mente hacer en el futuro, sentarme a criticar al que estuvo al
lado mío hasta hace muy poco. Además con el agravante de que hoy no
vende el acierto, no se habla cuando un árbitro acertó, se habla
cuando hay un error. Entonces, el analista arbitral que no entra en
la variante de criticar a sus compañeros no le sirve al medio
marketinero televisivo. Me parece que hay mucha más predisposición
a analizar cuando hay críticas que cuando no las hay, por eso digo
que es algo que yo no haría, no me gustaría hacerlo en el futuro.
-¿Qué
te parecen las nuevas tecnologías y reglamentaciones que se están
aplicando en el fútbol?
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Hace muchos años que se está tratando de implementar la tecnología.
Desde el Mundial 2005 sub 17 de Perú se viene intentando e
investigando nuevos cambios. Ahora en el 2013 en la Copa
Confederaciones se está usando la pelota con un chip incorporado
para saber si el balón ingresó o no al arco. Como toda novedad hay
que adaptarse. Creo que es beneficioso en cuanto al fútbol súper
profesional porque meter esta reforma en el fútbol amateur es
imposible. Es algo similar a lo que ocurre en el rugby, se va
utilizar en competencias importantes y los demás partidos van a
seguir dependiendo de la propia visión de los árbitros. Es un
sistema muy caro para poder llevarlo a todas las competencias, pero
creo que en un Mundial está bien porque es una situación que puede
dejar a un equipo fuera del torneo. El tema destacable acá es que a
muchos se les terminaría la polémica.
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¿Estás de acuerdo con los asistentes que se agregaron detrás de
los arcos?
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Sí, achica el margen de error. Siempre cuatro ojos ven más que dos,
seis ven más que cuatro y así sucesivamente. Me parece que si
agregamos cosas que ayuden a achicar el margen de error dentro de un
campo de juego, bienvenido sea. A nosotros nos va a ser de utilidad
porque va a tener una visión totalmente distinta, desde un ángulo
distinto al que tengo yo como árbitro y al que tienen los asistentes
desde los costados. Están en el lugar opuesto, sobre la raya de
meta. Entonces es algo que nos va a servir.
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El aerosol para marcar la distancia de la barrera lo están tomando
de otros países, ¿es un invento argentino?
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Sí, es un invento argentino. Lo habían utilizado los brasileros
hace un tiempo atrás, en el torneo Paulista. Pero la persona que lo
patentó y tuvo la idea de gestionar esto fue Pablo Silva de Buenos
Aires. Para nosotros fue de utilidad en el torneo local y ya se ha
implementado tanto a nivel de Conmebol como de FIFA.
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¿Te gustaría poder dirigir a los equipos rosarinos o un clásico de
la ciudad?
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Tuve la posibilidad de dirigir a los dos equipos en Primera división.
Después hubo un problema con otro árbitro de acá, donde había
salido un clásico y hubo una gran polémica porque supuestamente era
hincha de uno de los clubes de la ciudad, y así se terminó
todo. El problema es que la gente no entiende que uno es un
profesional y vive de esto. Yo si no dirijo bien esta semana, la
semana siguiente no juego. Para nosotros es importante mantenerse
siempre en el nivel top del arbitraje, entonces por más que un
árbitro haya sido hincha de algún club, no va a poner en juego su
carrera o su continuidad arbitral por un partido. Como dije al
principio de la charla, me parece que el pensar esas cosas es muy de
cómo se vive en esta ciudad y en este país.
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¿En el resto de las ciudades se les permite a los árbitros de allí
dirigir a los equipos locales?
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Sólo en Buenos Aires porque es una ciudad mucho más grande, sino en
ningún lado. En ninguna ciudad del interior del país lo permiten,
ya sea Tucumán, Córdoba, Santa Fe, Rafaela. En el lugar de origen
no se permite arbitrar por una cuestión de seguridad porque son
lugares chicos. No es tanto por lo que uno pueda o no hacer dentro
del campo de juego, sino por la seguridad para el entorno familiar de
cada árbitro. Tiene que ver solamente con eso. Por ejemplo, si yo el
día de mañana me mudo de la ciudad, puedo dirigir sin ningún
problema, no hay ningún impedimento.
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¿Qué análisis hacés de las nuevas camadas de árbitros como
Patricio Loustau y Germán Delfino?
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Son nuevos que están haciendo experiencia. La experiencia se obtiene
jugando. Nosotros por lo general decimos jugando y no dirigiendo,
porque nosotros también jugamos. Me parece que deben tenerle
tolerancia como también tuvieron con nosotros hace tiempo.
Obviamente no podés llevar adelante un torneo con todos chicos
jóvenes, tenés que tener mechada experiencia y juventud. Esa me
parece que es la manera de llevar adelante un torneo tan complejo
como el argentino. Por lo general en las últimas fechas se designan
a los árbitros con más experiencia y me parece que está bien no
exponer a los chicos a partidos en donde si tienen algún
inconveniente le puede costar levantar otra vez la puntería. Está
bien que la responsabilidad la asumamos los más grandes.
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¿Cómo creés que deberían ser las designaciones de los árbitros
para los partidos, a dedo o por sorteo?
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En su momento cuando se cambió de designaciones a dedo por sorteos,
a mí me benefició porque puede dirigir el clásico entre River y
Boca, que a lo mejor hubiese tardado un tiempo más. Fue en el 2003 y
me tocó por sorteo, más allá de que yo sabía que era el momento
justo para dirigirlo, el ambiente periodístico de Buenos Aires no
confiaba en mí. Actualmente, que han pasado 10 años de eso, la FIFA
pregona que la elección se debe dar por calidad arbitral, que los
mejores árbitros jueguen en los mejores partidos. El método de
elección lo baja la FIFA, ellos no sortean los partidos de
Eliminatorias ni de Mundial, se encargan de seleccionar a los
árbitros para cada partido a través de una comisión arbitral.
Pezzotta está recorriendo sus últimos años dentro del arbitraje y
logró ser uno de los árbitros más reconocidos de la ciudad de
Rosario. En el futuro decidirá si sigue ligado al arbitraje o si
decide tomar otro rumbo.