Especialistas sobre el tema dan su opinión al respecto de esta problemática que esta azotando a los deportistas de hoy en día
(Por Bruno Ferrara) Consumir alcohol se ha vuelto una constante en la adolescencia y más en la experiencia del rugby, el Dr. Edgar Britos, ex entrenador de Tiro Federal de San Pedro y la Dra. Inés Perelli, medica orientada al deporte y prevención de adicciones, advirtieron sobre la necesidad por parte de los jugadores de conocer los efectos y saber que gracias a ello se privan de alcanzar un mejor rendimiento.
Varios estudios sostienen que el consumo de alcohol y el rendimiento en el juego, no van de la mano. "Los rugbiers deben ser concientes de los efectos secundarios y saber que para alcanzar su pleno potencial no deben permitir que el alcohol y los excesos formen parte de su vida” explicó el ex entrenador del Tiro sanpedrino.
Por su parte la doctora Perelli se ocupó de destacar cuales son los efectos secundarios del abuso del alcohol y los dividió en 4 categorías:“En primer lugar el alcohol en sí es un diurético potente que puede causar deshidratación severa y alteraciones del equilibrio electrolítico. La deshidratación tarda varios días incluso una semana para su recuperación. Un jugador deshidratado se expone peligrosamente a lesiones músculares y esqueléticas que incluyen calambres, tirones, quiebres y tensiones musculares”, sentenció Perelli. Además explicó que los excesos, disminuyen notablemente los niveles de testosterona, afectando así a la agresión, la masa y la recuperación muscular y principalmente el rendimiento deportivo.
Continuando su desarrollo agregó que “esta sustancia también afecta el tiempo de reacción y la agudeza mental hasta por varios días después del consumo”. Por último Perelli recalcó que esta sustancia tiene un efecto perjudicial sobre la calidad del sueño y en la atención durante el día. El alcohol además produce trastornos en cuanto al sueño, un rugbier debe tener una estricta línea horaria de sueño para llegar en perfectas condiciones a un partido, como se dice en la jerga popular "la concentración".
Este tipo de consumo priva al jugador de un mejor rendimiento. Al respecto, Britos dio su palabra y dijo: “Si un jugador de un equipo se encuentra bajo estos efectos durante el partido, esto trae resultados negativos por muchos aspectos. Por eso, beber desmesuradamente no sólo es malo para el joven, sino también se comporta con absoluto egoismo con el equipo en general”. Es por eso que Britos recomienda que los jóvenes abocados a este deporte no dejen que el abuso de alcohol sea el motivo por el que no alcancen su mejor desempeño.
Concluyendo la temática, ambas partes concordaron en que los mismos entrenadores, profesores de educación física o todos aquéllos que trabajan deportivamente con grupos de adolescentes, tienen el papel fundamental de fomentar espacios de acciones y reflexiones sobre un estilo de vida saludable y proyectos de vida, para así lograr mantener a los atletas en su punto máximo de rendimiento.
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