(Por Matías Magán) Ernesto “Fino” Gehrmann nació en Oberá en 1945. Jugó en el club Tokio de Posadas, en
Gimnasia de la Plata, seis años estuvo en el Palmeiras de Brasil, volvió a Gimnasia, luego jugó
en Banco Provincia de Buenos Aires y finalizó su carrera en el Tokio. En la selección de Misiones
estuvo desde el 63 al 67. Además, jugó en el seleccionado de la provincia de Buenos Aires,
aunque después de este lapso volvió al seleccionado misionero desde el 77 al 84. Integró la
selección Nacional desde el 65 al 79. El basquetbolista misionero sigue llamando la atención por
sus más de dos metros de altura y también a la hora de dialogar con Deportes Semanario, donde
repasó su carrera.
- ¿Cómo llegás a la Selección?
- El Campeonato Argentino de Mendoza, en 1963, fue el que termina de darme el reconocimiento
para llegar al equipo nacional. Fui como integrante de la selección de Misiones. Un año antes,
cuando el torneo fue en Posadas, ya había sido preseleccionado. Pero mientras me entrenaba
sentí miedo y me escondí en los montes de Colonia General Alvear, un pueblo cerca de Oberá, mi
ciudad natal.
- ¿Cuándo superás ese trauma? ¿En qué momento debutás en la selección nacional?
- En Mendoza ya lo tenía superado al trauma. Impresionaba mi altura en ese momento, medía
2,06 metros. Hay una anécdota que recuerdo mucho, cuando caminábamos por las calles de
Mendoza, un lugareño preguntó en tono de chiste: "¡Oigan! ¿Y a éste para qué lo tienen?".
Gente de Misiones, que estaba conmigo, contestaron haciendo gala de su orgullo turístico: "¡Lo
tenemos para pasarles el plumero a las Cataratas!". En la selección debuto tres años más tarde, en
febrero del 66. Recuerdo que fue contra Paraguay, en Cosquín, jugando el torneo "Confraternidad
Americana".
- ¿Cuándo te retirás? ¿Qué sensación te dejó tu paso por el equipo nacional?
- En 1978 cumplo mi última temporada internacional y hasta ese momento igualé el récord de
permanencia en el equipo nacional, con doce años de trayectoria, todo esto era considerando mi
debut y la última vez que jugué. Esa misma marca la tenían Rafael Lledó y Ricardo Alix. Hoy, si no
me equivoco, con 16 años, ese récord lo tienen Carlos Raffaelli y Carlos Romano. Fue una época
hermosa, el ser alguien y reconocido me ayudó a superar esos traumas que tenía y la vergüenza
que me provocaba la altura. La gente me demostraba su cariño y eso no me voy a olvidar jamás.
En su amplio abanico internacional se destaca su participación en seis Campeonatos
Sudamericanos, tres Juegos Panamericanos y dos Mundiales (1967 y 1974).
- ¿Qué opinás de Luis Scola, el jugador que te arrebató el récord de puntos en la selección
durante el Mundial de Turquía 2010?
- Luifa es un jugadorazo, aparte de ser un muy buen chico. Me puso muy contento, esa marca
la tenía hace 36 años y para mí significó que el básquet argentino tiene un buen recambio, esta
generación dorada quizás sea insuperable por la excesiva cantidad de logros que tuvo. Volviendo
a Luis, tuve la oportunidad de jugar con su padre y mi hijo de jugar con él, así que lo conozco
bastante y por eso me alegro mucho que haya sido él quien pasó esa marca. Es muy gracioso
porque recién ahora la gente se enteró de que yo era el que más puntos tenía, la prensa antes no
le daba tanta importancia a estas cosas.
Después de haberse escondido aquella vez en los montes misioneros por miedo, Finito pisó
la cancha en 24 países distintos, es un grande y sin dudas uno de los mejores deportistas
argentinos del siglo XX.
- ¿Por qué clubes pasaste en tu carrera?
- De Tokio en Posadas me fui a Gimnasia y Esgrima La Plata y de ahí paso al Palmeiras en San
Pablo, Brasil. Vuelvo a Gimnasia a mediados de los 70 y con ese gran equipo fuimos bicampeones
de la Capital Federal.
- ¿Cómo ves a la selección de cara al mundial del 2014?
- Equipo tenemos, pero hasta no saber quiénes van a jugar está complicado. Lo que fue la
generación dorada va a ser difícil de igualar y hoy la mayoría de ellos ya no está en el nivel de
antes. Lo de Manu en la NBA es incalculable, te pone la piel de gallina. Luifa sigue teniendo
grandes rendimientos como Delfino. Prigioni se terminó destacando en los Knicks a pesar de su
edad. Como te decía, equipo tenemos pero hay que ver con que jugadores llegamos a la cita. Hay
selecciones muy fuertes.
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