(Por Juan Pablo Gómez y Marcos Loreto) Hoy en día, el deporte amateur es
respetado por la gran mayoría de la sociedad, que incluso le exige al
Estado que contribuya para que los que lo practican puedan abocarse más
a su carrera, para poder observar así los logros en las competiciones
internacionales. Pero no siempre fue así. En esta investigación realizada
por Deporte Semanario se mostrarán las posturas que tomó la población,
en estos últimos veinte años, sobre el apoyo a los competidores amateurs.
En ese marco, desde 2010 por una iniciativa de la Secretaría de Deportes,
el Estado recauda 1 por ciento del consumo de los abonos de la telefonía
celular para financiar a los atletas del Ente Nacional de Alto Rendimiento
Deportivo (Enard).
Las dos caras de la misma moneda
"Hoy la gente apoya al deporte amateur pero cuando yo competía, en la
década del 90, a nadie le importaba. Incluso decían que éramos vagos, y
debíamos rebuscárnosla como podíamos”, contó Carla Clasous ex gimnasta
y actual entrenadora. Consultada por el financiamiento del Enard, según la
gimnasta esta situación “era impensada hace años, para la mayoría el
impuesto era para otras cosas más importantes”.
“El pensamiento de la gente depende mucho de
las actitudes del gobierno de turno. Durante
varias décadas, el Estado no sólo no acompañó
sino que menospreció el trabajo de los
deportistas y la sociedad fue incorporando ese
mensaje”, explicó Clasous. Y continuó: “Las
políticas aplicadas desde hace un tiempo
hicieron que las personas le den otro valor a
tener nuestra bandera en los más alto de un
podio internacional. Ese es el primer paso para
un deporte mejor”.
Leandro Ghelfi, entrenador de Track & Field en
Nike Run Club Rosario coincide con el punto de vista de la gimnasta:
“Hoy ven con buenos ojos que se apoyen a deportistas, a artistas, gente que genera un bien
no material. Mientras que correr rápido tenga un valor cultural y no
comercial, va a ser bueno”.
Mariano Cominelli, político ligado al deporte en Fray Luis Beltrán reconoció
el cambio de mentalidad de la gente gracias a una política de Estado. “Que
la sociedad valora a los deportistas es tan cierto como que en los ochenta y
noventa los ignoraba. Esto no se debe a una mala predisposición del pueblo
sino que responde a una política errónea respecto al deporte”. Y agregó:
“Desde hace una década, hubo un cambio sustancial en la concepción del
deporte. Se decidió apoyarlos desde el Gobierno y eso fue cambiando la
visión de la gente”.
No pueden vivir separados
Asimismo, política y deporte son indivisibles. Ghelfi destacó la importancia
de la sociedad para los deportistas: “El deporte amateur existe gracias a la
importancia que le da la gente. Porque se identifica con su campeón
olímpico, como pasó con Crismanich. Pero nadie pregunta sobre los 3
millones que se gastan para hacer una medalla de oro, porque el deporte
les genera un valor cultural”.
Una encuesta vinculada al tema respalda las palabras del atleta,
demostrando que más del 75 por ciento de las personas ve con buenos ojos
que el Estado ayude económicamente a los deportistas amateurs. Sin
embargo, menos del 30 asiste o conoce las competencias que se
desarrollan en su región. Este último resultado es una clara versión de cuál
es la importancia que la gente le da al deporte amateur o en qué momento
la sociedad se interioriza para conocer sobre sus competidores.
Las becas, ¿problema o solución?
Sin embargo, Clasous asegura que a pesar del cambio de mentalidad de la
población aún hoy existen quienes no acompañan a los deportistas. “En los
pasados Juegos Olímpicos, tuve una discusión por las redes sociales con
un conjunto de adultos que criticaban la no obtención de medallas. Incluso
decían que usaban las becas para irse de vacaciones y vivir tranquilos,
sin conocer la situación real”, contó la gimnasta. Lucas Semino, último
campeón del Campeonato Argentino en 100 y 200 metros tiró por la borda
las acusaciones: “Yo en este momento estoy becado por la Provincia y de la
Municipalidad, pero no es suficiente. Son una buena ayuda pero gran parte
de los gastos salen de uno mismo o de la familia. La verdad que no alcanza
con un premio del sistema de becas de la Provincia, que sólo pagan por salir
primero o segundo en el campeonato nacional, o sea si vos tenés un año
muy bueno pero tenés mala suerte en el nacional, por ejemplo te enfermás
o lesionás, no tenés beca”. Además reconoció que “es imposible vivir con
las becas”.
Desde la Secretaría de Deporte de la Nación, la designación de becas se
hace presente en cada uno de los
programas de la planificación estratégica. Esto significa que recibirán apoyo
económico directo los deportistas olímpicos, los de proyección
panamericana y las jóvenes promesas del Programa 2010-2016. Los valores
de las becas provinciales son de 4500 pesos por año, mientras que las
n acionales son de 15
Para poder recibir estas becas, los
deportistas deberán cumplir estas responsabilidades:
*Representar a la Argentina en
competencias internacionales, cada vez que sea convocado por la Federación
*Alcanzar las marcas y registros de rendimiento que se establezca en el N acional.
correspondiente Plan trienal.
*Mantenerse dentro de los parámetros de calificación para el
correspondiente Programa.
*Entrenar diariamente con el encuadre y las normativas establecidas por el
cuerpo técnico profesional, contratado por la Federación Nacional.
*Asistir a todos los controles planificados, donde se pretenda evaluar su
capacidad de rendimiento.
*No consumir medicamentos que integren la lista de substancias prohibidas
publicadas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA-WADA).
*Cuidar el equipamiento y las instalaciones de entrenamiento y
competencia.
*Participar en las reuniones convocadas por la Federación Nacional o la
Secretaría de Deporte.
*Respetar el reglamento general de becas, que entregará la Federación.
*Respetar un código de ética ciudadana en sus relaciones con Federaciones
y Organismos.
Tras la escasez, la llegada del sponsor.
¿Se pierde el espíritu
amateur?
Lamentablemente siguen existiendo prejuicios de antaño que desmerecen
el esfuerzo de los atletas. Una de esas cuestiones que alegan los que
critican a los deportistas es la pérdida del espíritu amateur al conseguir un
apoyo económico. Ghelfi contó: “Para mí tener un sponsor es muy bueno,
es una ayuda. También depende del sponsor, por ejemplo, La Asociación
Rosarina de Atletismo consiguió un acuerdo con Powerade y estos apoyan a
una categoría dándole hidratación. Otros te pueden dar plata o
equipamientos, como lentes. Y al competidor que no tiene un poder
económico alto, estas ayudas lo ponen en un lugar que al deportista le
gusta. Lo jerarquiza”. También explicó: “Las ayuda a los deportistas los
motiva. Hoy en día es muy común ver a la gente identificarse con las
marcas. En otros tiempos, quizás, lo más importante era una religión, una
bandera, pero hoy las marcas han tomado un papel muy relevante. En el
mundo del atletismo cuando llega un competidor al que lo auspicia Nike, se
lo comienza a mirar con otra cara, lo distingue”.
Por su parte Semino aseguró: “Creo que la esencia del amateurismo no se
pierde con nada. Cualquier deportista hace su deporte por pasión o porque
es lo que le hace bien. Y, si puede venir ayuda, mejor. Nadie va a pensar
en competir por el dinero o dejar de sentir lo que siente en su deporte”.
El tenista Pablo Galdón, deportista semiprofesional, también desmiente las
críticas: “El espíritu amateur está incluso en los multimillonarios. Cuando
(Roger) Federer juega no piensa en el dinero o en todo lo que ganó, porque
si lo hiciera se iría a disfrutar de su fortuna. Juega por la gloria, por ser el
mejor, eso también es ser amateur. Si lo llevamos al fútbol podemos ver a
(Lionel) Messi, ganó casi todo, batió todos los records y tiene varias
generaciones aseguradas desde lo económico, pero él sigue y quiere tumbar
más records”.
Conclusión
“Esto es una mesa con tres patas
y una influye sobre las otras, el
Gobierno, los deportistas y la
sociedad –analizó Cominelli–. El
Estado que debe apoyar y
controlar a los deportistas, que
deben brindar todo para retribuir
el esfuerzo propio y del resto de
la gente. Y la sociedad, que debe
exigir tanto a las autoridades
como a los atletas”. Por su parte, Clasous sentenció: “Logramos avances
importantes pero todavía falta mucho. La gente y el deportista tienen que ir
de la mano para seguir creciendo y no volver a ese tiempo donde éramos
ignorados. Todos debemos aportar nuestro granito de arena”. El
deporte es, sin dudas, un valor cultural. Sin embargo, durante mucho
tiempo, fue visto como un gasto y no como una inversión. En el último
tiempo, la sociedad argentina ha derribado las barreras de prejuicios en
torno a los deportistas amateurs, pero no se deben dormir en los laureles.
El deporte no sólo necesita más apoyo desde el Gobierno sino que es
imprescindible que la gente tome a los atletas como propios y exigir mayor
compromiso y dedicación desde todas las partes. Un país es grande por
muchos factores. Uno de esos es por sus deportistas.
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