lunes, 26 de agosto de 2013

Malarczuk: "Estrategia, físico y técnica"

(Por Matías Magán) Martín Malarczuk, de 23 años, nació en la ciudad de Apóstoles, Misiones, y forma parte del equipo nacional de esquí acuático. Junto a su familia tiene un lago artificial donde es profesor y al mismo tiempo se entrena al máximo para las competencias. Es el presente y futuro de este deporte, donde se destaca en la disciplina slalom.

- ¿A qué edad arrancaste con el esquí acuático?
- Empecé a los 7 años en el Río Paraná, en Ituzaingó, donde teníamos una casa. Ahí arranqué recreatiamente, jugábamos, también hice un poco de wakeboard. A los 14 años fui a tomar una clase con Jordi Renosto. Jorge, su padre, tiene una escuela de esquí hace 42 años. En ese momento tuve una lesión en la rodilla y no podía hacer wakeboard entonces arranqué con el slalom. Una semana después hubo un torneo en Buenos Aires, en el Río San Antonio y me fue demasiado bien, gané el primer torneo en el que participé.

- ¿Esto del esquí viene de herencia familiar o te gustó mucho y decidiste competir?
- Mi papá esquíaba desde joven con sus amigos y primos, solían hacerlo en el arroyo Chimiray, en Ituzaingó, o hasta en Itaibaté. En ese momento los esquíes eran de madera, y justamente Jorge Renosto tenía una fábrica. Ahí fue por un lado que hice el contacto para arrancar.

- ¿Cómo definirías a esta disciplina?
- Es una disciplina muy técnica, en sus tres variantes, slalom, figuras y saltos. Mi fuerte y al que más tiempo le dedico es el slalom. Hay que estar muy bien físicamente ya que en los torneos estas 6 o 7 minutos en competencia de máximo rendimiento. Requiere mucha estrategia, mucho físico y sobre todo técnica.

- Y tu fuerte, el slalom, ¿en qué consiste exactamente?
- Es en una cancha que tiene seis boyas, es una cancha simétrica, que de los dos lados ida y vuelta es igual, la lancha va por el medio. De la barra a la boya hay 11 metros y medio. Tenés que pasar las 6 boyas con un determinado corte de soga, el primero es de 14 metros. Cuando la lancha para te acortan la soga y cada vez se va haciendo más difícil. La lancha siempre va a la misma velocidad, 58 km/h, y ahí hasta que te caigas o erres una boya, esa es la marca que hiciste

- En el 2011 lograste una meta muy importante, consagrarte campeón en la categoría Open.
- Sí, la verdad que fue un logro muy importante. Desde que había arrancado el deporte en Argentina sólo lo habían ganado dos argentinos. Siempre eran Jordi (Renosto) o Javier Julio. Por eso, aparte del logro personal, fue inolvidable, sobre todo para la historia del esquí misionero.

- ¿Por qué se necesita un lago? ¿Es imprescindible o también puede hacerse en aguas abiertas?
- Es complicado hacerlo en aguas abiertas ya que el lago está fabricado especialmente para el deporte, o sea es como una pileta olímpica. Está hecho con las costas para que no haga rebote. Las condiciones de seguridad están armadas especialmente para la disciplina, tiene árboles alrededor para el viento. En el río es muy complicado, es un lugar público, hay lanchas dando vueltas, tenés corriente. El lago es un lugar cerrado y tenés la seguridad de que nadie te va a tocar nada.
- El Panamericano de Guadalajara fue de las experiencias más importantes que tuviste, ¿qué recuerdo tenés?
- Fue un antes y un después, sobre todo el año 2011, la previa a los Juegos, fue todo una suma de cosas. El Panamericano fue fuerte, fui el único misionero que participaba y los días anteriores eran llamadas todo el día, notas, la presión la sentía mucho. Estar en el muelle esperando el turno fue de lo más fuerte que me pasó, alrededor de seis mil personas mirando, el lago completo de gente a la redonda, tribunas, los periodistas. Todo lo que me pasó en ese mes lo escribí, así que cada vez que tengo un tiempo lo leo y todavía no puedo creer lo bien que la pasé. Fue una experiencia inolvidable.

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