lunes, 21 de octubre de 2013

"Esto fue lo que elegí"

      El tenista Franco Maranzana contó detalles de su experiencia en torneos profesionales Futures y habló de su nueva vocación de profesor

Por Germán Casagrande

     Llegar a ser un profesional del tenis es una misión tan difícil como gratificante, por todas las experiencias de vida que le deja al joven en su camino por alcanzar la gloria, aunque no siempre todo es color de rosas. Por ello, Franco Maranzana es un jugador dedicado a este deporte que habló de sus inicios en esta disciplina y sus esfuerzos y desempeños para poder disputar varios certámenes profesionales en el país. Además, dio a conocer las expectativas que tiene respecto a la enseñanza para los chicos: “Hace dos años empecé a dar clases para devolverle al tenis lo que el tenis me dio”.

     Maranzana es un joven de 21 años que se encuentra estudiando la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Rosario y actualmente da clases de tenis, tanto a chicos como a grandes, en el Lawn Tenis II. Una lesión lo marginó de las canchas en los últimos cuatro meses, ahora retomó los entrenamientos con el objetivo de tener una completa recuperación y seguir desarrollando buenas campañas en los torneos Futures que se aproximan.

     En cuanto a su iniciación en este deporte, Maranzana contó que juega desde los seis años a partir de la influencia de un tío cordobés, quien fue el que lo empezó a “introducir en el tenis”. Se define como “un jugador de ataque, de puntos cortos” que tuvo dos etapas: “La de jugar a lo loco y la de jugador más centrado”.

     El joven expresó que tuvo la oportunidad de disputar siete torneos profesionales Futures, pero aclaró que para estar en ellos “se necesita mucho entrenamiento y horas de dedicación”. Y agregó: “Hay muchos tiempos muertos que nadie los conoce, en donde estás solo sin saber que hacer y a 800 kilómetros de casa”.

     También se refirió a la competitividad de estos campeonatos en el país: “En Argentina está muy avanzado, es uno de los países más desarrollado en materia de tenis en Sudamérica”. En tanto, dijo que no tuvo la oportunidad de disputar Futures en el extranjero debido a que “hay varios torneos profesionales acá y no hay necesidad de salir, es muy competitivo”.

     En su primera experiencia en Futures, Maranzana detalló: “Perdí 6/0 6/0 en la Qualy contra un muchacho de Rafaela de 27 años. Yo tenía 16 y estaba muy nervioso”. Pero aclaró que era la primera vez que jugaba contra un rival que tuviera experiencia, el cual había logrado puntos de ATP.

     Respecto a la preparación previa, el jugador indicó que cuando empezó a competir profesionalmente, “pasaron a ser entrenamientos de cuatro horas todos los días, porque no tenía más tiempo por la escuela”, pero subrayó que “lo ideal sería dedicarle tiempo completo, pero no se puede porque hay que terminar el colegio” para poder tener una salida laboral en caso de no continuar o no alcanzar un nivel profesional en el tenis. “En verano, cuando no tenía que ir a la escuela, entrenaba muchas horas por día y llegaba muerto a mi casa”, ejemplificó Maranzana.

     En relación a su desempeño en estas competencias comentó que al principio comenzó jugando en torneos de menores con el objetivo de explotar sus habilidades al máximo y clasificar a un Grado 1 (G1). Pero no pudo lograrlo: “Estuve cerca, llegué a estar 52 del ranking y no alcanzó para clasificarme”. En cuanto a las competiciones profesionales, Maranzana recalcó que el año pasado salió de una pretemporada muy buena, donde jugó tres torneos seguidos y llegó a integrar el ranking de los profesionales argentinos.

     Acerca de su paso por las canchas de los Futures, expresó: “Tenés que querer mucho al tenis para aguantar todo lo que te tenés que aguantar”. Pero subrayó que, a pesar de las dificultades que un jugador pueda llegar a tener durante estas competencias, “sirve mucho como experiencia en lo personal”.

     A su vez, expuso en qué condiciones tenía que vivir cuando se encontraba en plena competencia fuera de la ciudad: “Dormía en un colchoncito de goma espuma, que me lastimaba una madera y me despertaba todo roto al otro día, cuando hay chicos que tienen las posibilidades económicas y duermen en hoteles cinco estrellas”.

     Además, Maranzana sentenció: “Con posibilidades siempre es más fácil”. Pero agregó que “no pasa sólo por esto, sino por ser fuerte” ya que en esos momentos “hay presiones de todos lados y uno se pone a pensar en el esfuerzo de los padres”, quienes ayudan económicamente y hacen un mayor gasto todavía en dichos torneos, cuando allí todo está más caro. “Me sirve como aprendizaje de vida y fue lo que elegí”, confesó el jugador.

     Por último, contó que hoy en día tiene la función de ser profesor de tenis para los chicos y que su meta es intentar transmitirles lo que aprendió y disfrutó de este deporte para que sus alumnos también saquen provecho de esto y puedan llegar aún más lejos. “Hace dos años empecé a dar clases para devolverle al tenis lo que el tenis me dio”, concluyó Maranzana.

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