El club más grande de la Rosarina

     Pablo VI se coronó campeón del Torneo Gobernador Molinas de la temporada actual y sus figuras opinaron de este gran momento

Por Germán Casagrande

El club de fútbol más grande de la Rosarina es como lo definieron los referentes del plantel a Pablo VI, el campeón de la temporada del Torneo Gobernador Molinas en la Asociación Rosarina de Fútbol. El conjunto Papal concluyó una excelente campaña que lo dejó en lo más alto de la tabla y logrando la consagración dos jornadas antes del final del torneo. Así, el equipo de Boulevard Segui queda como la única institución en haber conseguido este título en dos oportunidades. El goleador del equipo, Leandro Ahumada, y el arquero dirigente, Nicolás Cedro, hablaron del gran logro de su querido Pablo VI.

“Desde la pretemporada nos propusimos estar ahí arriba y sabíamos que teníamos buen equipo para estar mezclados entre los primeros lugares”, contó el portero. Y agregó: “Estábamos con conocimiento de que había material para pelear en el certamen, pero no pensamos que íbamos a terminar ganando con tanta holgura”. El combinado de Silvio Lingiardi finalizó aventajando al segundo por seis unidades, cifra totalmente justa por el desempeño de Pablo VI en cada partido. “No imaginamos nunca en sacarle tantos puntos de diferencia a Newell's y mucho menos en hacerle cinco goles a Central en la fecha que salimos campeones”, confesó con mucho entusiasmo y orgullo Ahumada.

Los futbolistas se mostraron muy felices por el título obtenido y destacaron la forma en que lo consiguieron. “Las virtudes de este equipo fueron los excelentes jugadores y grandes personas que lo conformaron, futbolistas con otro nivel y un amor por la camiseta que tenemos nosotros los hinchas del club”, expresó Cedro. Mientras que el goleador mencionó que “el gran grupo de amigos que se formó fue lo que ayudó para salir campeón”. Además, Ahumada también se sumó a la opinión de su compañero y dijo: “A la mayoría del plantel le preguntás de qué cuadro son y te responden que de Pablo VI”. Queda claro que la unión interna y el fanatismo de los muchachos por la institución fueron los condimentos necesarios para la consagración, sin olvidar los muy buenos niveles individuales y colectivos que exhibió el equipo durante todo el campeonato.

Al respecto, fue vital el aporte de Ahumada a la hora de hacerse notar en el resultado y en la tabla de goleadores. “Convertí mucho de pelota parada”, manifestó el hoy volante del conjunto Papal, que disputó todo el torneo jugando en una posición desconocida para él: “Era la primera vez que me ponían en el medio, porque siempre jugué de enganche o por afuera, pero el entrenador decidió colocarme de doble cinco y por suerte anduve bien en ese lugar de la cancha”. En tanto que Cedro destacó la exquisita pegada de su compañero, a quien considera un “excelente jugador con una técnica única que le pega a los tiros libre como nadie” que haya podido observar. “Me los elogia porque los sufre él en las prácticas”, dijo, entre risas, Ahumada.

Asimismo, el centrocampista también felicitó al arquero, que tiene una función doble dentro de la institución. “Hace muchos años que está y se nota su trabajo como dirigente y jugador”, subrayó. Cedro es el Secretario del club y tiene mucho que ver en la consagración del equipo. “Lo quiere mucho a Pablo VI”, reveló el goleador.

Por el lado del guardameta, en su cargo de dirigente, dio a conocer detalles de cómo lleva adelante al club de sus amores: “Tratamos de hacerlo como cualquier institución de barrio, con recursos muy limitados y con la colaboración de todos. Cobramos una cuota societaria y buscamos gente que se arrime, como el cuerpo técnico de primera, que vino a trabajar gratis, pero todo muy a pulmón”. Igualmente, el logro recientemente conseguido sirvió mucho al momento de aportarle aún más jerarquía al club: “Nos sigue posicionando como el equipo más grande y ganador de la Rosarina”, declaró orgulloso Cedro, que hizo mención a que “la gente conoce Pablo VI por los títulos obtenidos y por el buen fútbol desplegado esta temporada con un equipo bien armado que mostró un muy buen funcionamiento en cancha”.

Todo este esfuerzo que marcan los jugadores quedó vislumbrado en el campo de juego y en la tabla final de posiciones. “Nos propusimos pelear el torneo ya que sabíamos que teníamos equipo y ganas para lograrlo”, acentuó Ahumada. “Estuvimos firmes atrás, metimos muchos goles, tuvimos jugadores que se destacaban sobre el resto y el amor por la camiseta fue un plus que sumó para que seamos los campeones”, concluyó Cedro.