Su partida de nacimiento y por consiguiente su DNI, dicen María Gina Ronga. Ella se presenta como Gina, pero sus más allegados la llaman “Negra”. Con tan sólo 23 años, está terminando la carrera de Licenciatura en Nutrición, pero su vida va sobre ruedas. Y no porque tenga todo resuelto para su futuro, sino porque su pasión es el patín.
Su mamá tenía cierta atracción por el patín artístico, entonces decidió llevar a su hijita de cuatro años a practicarlo. Lo hizo con la esperanza de que disfrute del deporte que a ella la maravillaba, pero sin imaginar que Gina se enamoraría de tal manera del patín. Así fue como en el Club Náutico Sportivo Avellaneda, nació un nuevo romance, que hoy te cuenta Deporte Semanario.
¿A qué edad participaste tu primer show?
Mi primer show fue a los cuatro años. En el club donde patinaba, a mitad de año hacíamos una exhibición, y a fin de año un festival.
¿Siempre hiciste la modalidad show o también intentaste con otras?
No, no hice siempre show. A partir de los siete años empecé a competir en Individual, siempre en diferentes categorías, y a los quince empecé a hacer Show Group, este año volví para hacer Small Group.
¿Cómo llegaste a Supernova? ¿Cómo y cuándo se formó el grupo?
El grupo de Supernova surgió en el año 2008 cuando nuestro profesor Alfredo Widmer, nos convocó a chicas de diferentes clubes para formar parte del proyecto.
¿En qué campeonatos participaste con Supernova?
Desde el 2008 participamos todos los años de los torneos rosarinos, torneo provincial y nacional y en los evaluativos para los mundiales. En el 2009, 2010, 2011 y 2013 participamos en Sudamericanos y, en los años 2010 y 2011, en Mundiales.
¿Cuál fue el evento más importante en el que participaste? ¿Cómo les fue?
Los eventos más importantes en los que participé fueron el Mundial 2010 de Portimao, Portugal, donde obtuvimos el cuarto puesto de once equipos, y el Mundial 2011 de Brasilia, Brasil, donde obtuvimos el quinto puesto de trece equipos.
¿Por qué habías dejado de patinar? ¿Cómo fue la vuelta, con el Sudamericano de Chile?
En el año 2012 dejé de patinar porque el grupo, luego del mundial de Brasilia se disolvió, ya que entre todas decidimos no patinar más durante ese año. En ese mismo año, se conformó un nuevo grupo, con otras patinadoras. Yo volví este año para participar en el Sudamericano en reemplazo de una de las chicas que se lesionó y no podía viajar.
¿Cómo conjugás el patín con el estudio, se te complica mucho?
Sí, se me complica. Por eso decidí también dejar de patinar, porque son muchas horas de entrenamiento hasta muy tarde y con los viajes perdí mucho cursado y mesas de exámenes.
¿Cuál es tu próxima meta con relación al patín?
Quizás patine el año que viene para participar en los evaluativos para el Mundial de España, que será en diciembre del 2014.
¿Qué es lo que más te gusta del patín? ¿Qué tiene este deporte, para vos, que no tengan otros?
Yo lo siento como una pasión, algo que me cuesta muchísimo dejar de hacer porque a pesar de que es mucho sacrificio, hace tantos años que hago esto que ya forma parte de mi vida. Lo que más me gusta es el trabajo en equipo, el gran compañerismo y la buena onda que hubo siempre entre las chicas que formábamos parte de Supernova. Lo que tiene este deporte que quizás otros no tengan es la posibilidad de competir para mundiales (después de haber clasificado a través de tres evaluativos), que es lo más alto que un deportista puede apuntar, sin tener que formar parte de un seleccionado.
Tanto esfuerzo y dedicación en un deporte amateur, que no da ningún rédito económico y además genera muchos gastos, tiene sólo una explicación: la pasión. En una época donde se vive de manera vertiginosa y lo que nunca alcanza es el tiempo, es inspirador conocer historias de gente que encuentra momentos, donde no los hay, para poder dedicarse a lo que ama. Gina Ronga cuenta con la ventaja de vivir sobre ruedas para llegar rápidamente a la felicidad.
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