(Por
Federico Aubets) La
historia de Maximiliano Abriata no es una historia cualquiera, es el
testimonio de un muchacho de la zona sur de Rosario que desde chico
se apasionó por el mundo de los fierros pero que, por cuestiones
económicas, recién se pudo subir a un coche de competición con una
edad avanzada, sin hacer el paso previo en el karting, como sí
realizaron la gran mayoría de sus colegas. Ya estando afirmado en el
ámbito nacional sufrió un terrible accidente en Posadas que le
provocó la paralización de sus brazos y que lo marginó de las
pistas durante más de dos años. El regreso no fue fácil aunque
Maxi nunca bajó los brazos en el momento más complicado, como toda
persona apasionada por lo que hace.
El
hincha fanático de Chevrolet relató cómo comenzó su locura por
este deporte: “Desde chico siempre me gustó como hobby, pero por
la situación económica debuté a los 20 años en una prueba acá en
Rosario”. Y añadió: “No tuve la escuela que tuvieron mis
colegas y se siente, porque yo directamente tuve que subirme en una
categoría en la cual ya hay muchos pilotos de renombre y con mucha
experiencia, por lo que no fue nada fácil”.
En
2006 fue su debut en el Turismo Santafesino (TS), con el
asesoramiento de Tito Felizia y, en ese mismo año, la Federación
Regional lo nombró piloto
revelación, por los
tiempos sorprendentes que logró. En 2007 pasó la frontera
provincial y desembarcó en el Turismo Nacional (TN).
Abriata
explicó con lujo de detalles cómo fue aquel el traspaso de una
categoría regional como el TS1800 al TN, una de las más importantes
del país. ”A nivel conductivo se hace todo mucho más rápido, hay
más potencia, las velocidades de manejo son muy diferentes y lo que
más sorprende es la caja de cambio”, remarcó. Además, aseguró
que por la difusión televisiva que tiene el TN, hasta comenzó a ser
reconocido por la gente en varios lugares.
Sin
embargo, el 6 de agosto de 2010 ocurrió un hecho que detuvo la
carrera ascendente del admirador de Juan María Traverso: un problema
en su Volkswagen Gol lo despistó e hizo que se golpeara contra un
muro, de cola y a no menos de 180 kilómetros por hora.
-¿Pensabas
que ibas a volver a las pistas después del accidente en Posadas?
-
Con el paso del tiempo mi brazo no mejoraba, me había resignado.
Estuve cuatro días en coma y al despertar le pregunté a mi viejo si
el auto servía o había que hacerlo nuevo. Ni estando en terapia
intensiva se me borraron las ganas. Gracias a mis amigos y a mi
familia, estoy corriendo.
-¿Cómo
viviste esos dos años de inactividad?
-Fueron
horribles, los peores dos años y siete meses de mi vida, porque te
vuelvo a decir, no sé si nací para esto pero vivo para esto, me
acuesto pensando en una carrera y me levanto pensando en un carrera.
Me costó y mucho porque yo competí en dos categorías al mismo
tiempo durante tres años seguidos y de un día para el otro lo tuve
que dejar de hacer.
-¿Qué
sensaciones tuviste cuando volviste de ese parate?
-Hermosas,
la primera sensación que tuve fue miedo a no poder manejar un auto
de carrera como lo venía haciendo. No tuve temor a la velocidad ni
al golpe. Hay que tener en cuenta que las extremidades de mi brazo no
estaban en un 100%, pero sacando eso me desenvolví bastante bien y
me sorprendí a mí mismo. Me di cuenta que si sigo mejorando
físicamente día a día en poco tiempo volveré a ser el que era
antes.
-¿En
qué consiste la preparación física de un piloto de automovilismo?
-Consiste
en hacer muchos ejercicios de combinación de velocidad y visión,
por ejemplo jugar al ping pong y al mismo tiempo leer un cartel con
luces. También se realiza mucho trabajo aeróbico, de reflejos y
concentración sobre todo.
-¿Soñás
con tener una revancha en el Turismo Nacional?
-
Es la categoría que más me gustó de todas las que corrí. Hoy en
día estoy focalizado con mi equipo en el Turismo Santafesino.
Primero tengo que recuperarme físicamente y luego realizar un buen
año en el TS 1800 para poder encarar nuevamente el TN.
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