lunes, 17 de junio de 2013

Un luchador incansable que jamás se rindió


(Por Federico Aubets) La historia de Maximiliano Abriata no es una historia cualquiera, es el testimonio de un muchacho de la zona sur de Rosario que desde chico se apasionó por el mundo de los fierros pero que, por cuestiones económicas, recién se pudo subir a un coche de competición con una edad avanzada, sin hacer el paso previo en el karting, como sí realizaron la gran mayoría de sus colegas. Ya estando afirmado en el ámbito nacional sufrió un terrible accidente en Posadas que le provocó la paralización de sus brazos y que lo marginó de las pistas durante más de dos años. El regreso no fue fácil aunque Maxi nunca bajó los brazos en el momento más complicado, como toda persona apasionada por lo que hace.
El hincha fanático de Chevrolet relató cómo comenzó su locura por este deporte: “Desde chico siempre me gustó como hobby, pero por la situación económica debuté a los 20 años en una prueba acá en Rosario”. Y añadió: “No tuve la escuela que tuvieron mis colegas y se siente, porque yo directamente tuve que subirme en una categoría en la cual ya hay muchos pilotos de renombre y con mucha experiencia, por lo que no fue nada fácil”.
 ­En 2006 fue su debut en el Turismo Santafesino (TS), con el asesoramiento de Tito Felizia y, en ese mismo año, la Federación Regional lo nombró piloto revelación, por los tiempos sorprendentes que logró. En 2007 pasó la frontera provincial y desembarcó en el Turismo Nacional (TN).
Abriata explicó con lujo de detalles cómo fue aquel el traspaso de una categoría regional como el TS1800 al TN, una de las más importantes del país. ”A nivel conductivo se hace todo mucho más rápido, hay más potencia, las velocidades de manejo son muy diferentes y lo que más sorprende es la caja de cambio”, remarcó. Además, aseguró que por la difusión televisiva que tiene el TN, hasta comenzó a ser reconocido por la gente en varios lugares.
Sin embargo, el 6 de agosto de 2010 ocurrió un hecho que detuvo la carrera ascendente del admirador de Juan María Traverso: un problema en su Volkswagen Gol lo despistó e hizo que se golpeara contra un muro, de cola y a no menos de 180 kilómetros por hora.
-¿Pensabas que ibas a volver a las pistas después del accidente en Posadas?
- Con el paso del tiempo mi brazo no mejoraba, me había resignado. Estuve cuatro días en coma y al despertar le pregunté a mi viejo si el auto servía o había que hacerlo nuevo. Ni estando en terapia intensiva se me borraron las ganas. Gracias a mis amigos y a mi familia, estoy corriendo. 
 
-¿Cómo viviste esos dos años de inactividad?
-Fueron horribles, los peores dos años y siete meses de mi vida, porque te vuelvo a decir, no sé si nací para esto pero vivo para esto, me acuesto pensando en una carrera y me levanto pensando en un carrera. Me costó y mucho porque yo competí en dos categorías al mismo tiempo durante tres años seguidos y de un día para el otro lo tuve que dejar de hacer. 
 
-¿Qué sensaciones tuviste cuando volviste de ese parate?
-Hermosas, la primera sensación que tuve fue miedo a no poder manejar un auto de carrera como lo venía haciendo. No tuve temor a la velocidad ni al golpe. Hay que tener en cuenta que las extremidades de mi brazo no estaban en un 100%, pero sacando eso me desenvolví bastante bien y me sorprendí a mí mismo. Me di cuenta que si sigo mejorando físicamente día a día en poco tiempo volveré a ser el que era antes. 
 
-¿En qué consiste la preparación física de un piloto de automovilismo?
-Consiste en hacer muchos ejercicios de combinación de velocidad y visión, por ejemplo jugar al ping pong y al mismo tiempo leer un cartel con luces. También se realiza mucho trabajo aeróbico, de reflejos y concentración sobre todo. 
 
-¿Soñás con tener una revancha en el Turismo Nacional?
 ­- Es la categoría que más me gustó de todas las que corrí. Hoy en día estoy focalizado con mi equipo en el Turismo Santafesino. Primero tengo que recuperarme físicamente y luego realizar un buen año en el TS 1800 para poder encarar nuevamente el TN.

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