lunes, 29 de abril de 2013

La violencia puede acabar con una Liga

Por Bruno Ferrara

La violencia en el fútbol es una problemática por demás conocida en nuestro país. Más allá de la categoría, el contexto y la seguridad con la que se disputa un simple partido de fútbol, los hechos externos que empañan al deporte siempre están a la espera de salir a la luz. Y abordando esta temática específicamente en los torneos de carácter zonal y provincial, en donde sólo un alambrado separa al hincha de los jugadores, un simple fallo arbitral puede desatar disturbios de tamaños descomunales. Es por esto que la continuidad de la Liga Sampedrina corre serio peligro. La culpa puede recaer en dos factores fundamentales: la seguridad y los polémicos arbitrajes. Las suspensiones de estadios y las quitas de puntos no parecen ser suficientes para estos inadaptados que creen impartir “justicia por mano propia”, como dijo Yamil Miño, jugador de Central Córdoba de Santa Lucía, equipo de la Liga Sampedrina de Fútbol. “Una vez jugando contra Paraná (San Pedro) en cancha nuestra íbamos 0 a 0 y estábamos peleando el campeonato. Fue un partido aguerrido porque ellos también estaban peleando, al último minuto cobran un penal inexistente para ellos y la hinchada empezó a enfurecerse y comenzaron a tirar piedras, botellas adentro de la cancha y se suspendió el partido. La policía recién ingresó a la cancha para tratar de sacar al referí que corría serio peligro por una rotura en el alambrado por parte de nuestra hinchada, que comenzó a ingresar al campo de juego para pelearse con él y contra los jugadores rivales”, relató el joven delantero del Lobo de Santa Lucía. “A un jugador de Paraná le pegaron un piedrazo en la cabeza y lo tuvieron que llevar en una ambulancia porque le habían hecho un corte bastante grande en la cabeza”, explicó Miño, quien aclara que por estos hechos siempre suspenden la cancha por tres fechas, por lo que el club debe alquilar una a 30 kilómetros del pueblo. Nicolás Labella hincha del Club Mitre contó que “en un partido que jugaron el año pasado Mitre y Paraná (ambos de San Pedro) se pelearon las dos hinchadas que se encontraron a la salida del estadio municipal por la victoria en el clásico de Mitre, que se consagró campeón del clausura”. Mitre hacía dos años que no salía campeón y debido a los festejos de la parcialidad albirroja, la hinchada de Paraná, llena de impotencia, fue a buscarlos a la salida, en donde se produjeron destrozos en el que estuvieron involucradas alrededor de 100 personas. Las autoridades responsables de mantener la paz en estos cotejos ya no sabe cómo controlar la situación. “La seguridad nunca llega a ser suficiente para controlar una hipotética sublevación del público, es que para el personal policial de la ciudad se le hace imposible cubrir todos los partidos”, afirmó un integrante del cuerpo policíaco de San Pedro. Con esta perspectiva sólo queda esperar a que pase lo peor para que la Liga le dé un triste punto final a un fútbol que se ha vuelto casi insostenible para estas pequeñas comunidades que, a pesar de todo, intentan mantener vivo este deporte.

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